Violetas

Las violetas son uno de los símbolos más antiguos para representar el amor lesbiano. Se lo debemos a Safo, que vestía con collares de violetas a las lesbianas de sus poemas. Uno de sus poemas en que podemos ver esto ejemplificado es en En la distancia

De veras, quisiera morirme. 

Al despedirse de mí, llorando,

me musitó las siguientes palabras:

"Amada Safo, negra suerte la mía.

De verdad que me da mucha

pena tener que dejarte". Y yo le respondí:

"Vete tranquila. Procura no olvidarte de mí,

porque bien sabes que yo siempre estaré a tu lado.

Y si no, quiero recordarte lo que tú olvidas:

cuantas horas felices hemos pasado juntas.

Han sido muchas las coronas de violetas,

de rosas, de flor de azafrán y de ramos de eneldo,

que junto a mí te ceñiste. Han sido muchos los

collares que colgaste de tu delicado cuello, tejidos

de flores fragantes por nuestras manos.

Han sido muchas las veces que derramaste

bálsamo de mirra y un ungüento regio sobre mi cabeza.

Entre otras cosas, por poemas como el anterior, algunas estudiosas de Safo, en concreto las parisinas, comenzaron en el siglo XX a añadir violetas a su ropa. 

 

Fotografía de la obra The Captive

 

También en el siglo XX, concretamente en 1926, se interpretó una obra de teatro llamada The Captive. En ella, las protagonistas intercambian violetas como símbolo de su amor, aunque una de ellas se encontraba prometida con un hombre en contra de su voluntad. El público lesbiano acudió a ver la obra en su representación de Nueva York portando violetas. 

Fragmento de la reseña de The Captive en el diario Baltimore Sun, 1929.

 

Hablando del contexto español, sabemos que el término "violetas" se ha usado en determinados momentos históricos para referirse a las personas homosexuales, especialmente a hombres gays. Tanto es así, que algunas personas han optado por la reapropiación de este término. Así podemos verlo en el libro Redada de violetas, de Arturo Arnalte.